¿De quién dueño de tu cuerpo? ¿Pertenece, acaso, a gente que dice velar por él pero que no ves actuar para demostrártelo, sino más bien para escondértelo? ¿Pertenece acaso a las leyes del país? Pues no, ni la Iglesia ni la constitución son dueñas de tu cuerpo. Es por esto que la Iglesia Católica debe de dejar de organizar ridículas marchas con muchachillos que no conocen la realidad de un problema sino que conocen dogmas i doctrinas.
¿Es que acaso todas las mujeres van a tener más relaciones sexuales porque ahora tienen acceso a anticonceptivos de emergencia? ¿Las santas se volverán putas i las putas quedarán todas embarazadas por esto? Tu cuerpo es tuyo, pero el país debe de enseñarte a cuidarlo. Tus padres deben de enseñarte a cuidártelo. Si crees que tu cuerpo es templo, pues lo respetarás. Que ahora tengamos más facilidad a abortos i pastillas lo único que va a prevenir son muertes tontas por manos de cuasi-doctores que hacen verbo de la mal praxis.
¿Será casualidad que los países más desarrollados todos imponen educación sexual a los jóvenes? La educación debe de ser directa, real i estar de acuerdo con nuestra realidad. "Pero es que eso no es parte de nuestra cultura" dirán los tontos, ciegos a la realidad de que el sexo es inevitable pero la información sí lo es. "Nuestra cultura" de avergonzarnos de nuestros cuerpos i sus realidades es la patética reflexión de un gran defecto que ya detonó el problema. Necesitamos, por nuestro derecho natural a la libertad, tener por ménos la opción a poder elegir si abortamos ó no abortamos, si tomamos la pastilla ó no la tomamos, si uso la píldora del día después ó no.
Es también nuestro deber tomar las mejores decisiones en cuanto a nosotros mismos concierne, pero que la decisión sea de cada uno- que no se nos prive de nuestros derechos.
*ó "Por qué no me pude encontrar un título más corto"