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lunes, 19 de marzo de 2007

¡Mantequilla!

Los largometrajes que llegaban a Guayaquil venían en varios juegos de rollos. En las salas de cine, entonces- i en especial en el teatro Edén (9 de Octubre i Chile), un hombre tenía que poner un rollo sobre otro durante la presentación de una película. De vez en cuando este hombre se quedaba dormido- lo que causaba que la función se detuviese. Ahí era cuando la gente empezaba a gritar "¡Mantequilla!," el apodo del encargado de las cintas, para que él se despertara e hiciese su trabajo. "¡Deja de robar, mantequilla!" le insistían al pobre- aun hasta cuando la electricidad fallaba.

Sí, yo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿No debería ser 'io'?

Jorge Luis Pérez Armijos dijo...

¿Por qué tu? ¡Aj-Aj-Ja-ja ja! No, sólo es en contra de la conjunción copulativa el arcaísmo- i quizás contra el sonido vocálico- mi aversión.

Anónimo dijo...

Mantequilla!!! Escribe un buen articulo!!!

Anónimo dijo...

>¿Por qué tu?

Aparte de raro, agrio.

Matt dijo...

jeje en Cuenca, ante situaciones similares, se gritaba "cuetero"

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