No me acuerdo de cuando empecé a llamarte todas las noches antes de irme a dormir. Ciertamente no fue nunca mi intención hacerlo todas las noches, pero de una forma u otra terminó siendo así. Verás, hay algo un poco 'cursi', por falta de una mejor palabra, en llamar, en general, a alguien antes de dormir. Sin embargo, ocurrió así-- i por surte, cabe recalcar, ya que me gustaba llamarte cada noche.
Todo esto va a que hoy es la primera noche en la que no hablamos antes de que me duerma. Claro, todo esto es circunstancial i de momento- pronto estaremos hablando otra vez cada noche. Lo que quiero decir es que me he acostumbrado a escucharte cada noche i que ahora, esta noche que no puedo hacerlo, me siento un poco vacío adentro. Supongo que me acostumbré a escucharte. Que no suene a queja, que estamos discutiendo sobre una de las mejores cosas de mi día.