Daniel, hijo, el clarín, el clarín llama
de cañada a cañada, en la montaña
el verano y las flores se marchitan,
tú debes irte y yo me debo quedar.
Vuelve cuando el verano esté en el prado
ó cuando el valle esté de blanco y nieve
porque yo estaré aquí, con sol o en sombra;
Daniel, hijo, oh Daniel, cómo te amo.
Si vienes y las flores se están yendo
si estoy muerto, porque muerto puedo estar,
espero encuentres el lugar do' yazco
y te arrodilles y cantes para mí.
Y podré oír tus pasos sobre mí,
y mi tumba más cálida será,
y de rodillas dirás que me amas,
y dormiré en paz hasta que vengas a mí.
* * *
Oh, Daniel, hijo, Daniel, las gaitas, las gaitas llaman.
De cañada a cañada, y por la montaña
el verano se ha ido y todas las flores se marchitan
y eres tú, eres tú, quien se debe ir y yo me debo quedar.
Pero vuelve cuando el verano esté en el prado
ó cuando el valle se halle callado con blanco y nieve
porque yo estaré aquí con sol o en sombra
oh Daniel, hijo, Oh Daniel, cuánto te amo.
Y si vienes y las flores se están todas muriendo
si yo estoy muerto, porque muerto bien puedo estar,
espero que encuentres el lugar donde yazco
y te arrodilles y alces un Ave ahí para mí.
Y podré oír, aunque quedos, tus pasos sobre mí
y mi tumba más cálida y dulce será
y ahí te arrodillarás y susurrarás que me amas
y así dormiré en paz hasta que vengas a mí.
- Frederic Weatherly
Segui @apofica
No hay comentarios:
Publicar un comentario