
Ahora bien, ¿cómo es eso de demandar a alguien que hasta tiene la corrección y cultura de pedir permiso antes de putear? El Sr. Cevallos es un caballero de los que ya casi no hay, ¿debe pagarle $200 000 al cretino de Intriago sólo por eso? Lo consultamos con el abogado a bordo de Apófica, el Dr. José Zea.
"El Sr. Intriago es una persona pública, no en el sentido de que está frente a los ojos de todo un estadio, sino en el clásico sentido de que es una puta. ¿Cómo es posible que en un estadio con 50 000 personas puteándolo a Intriago al unísono sólo sea Cevallos el único demandado? Dentro de que fue él, Cevallos, el único con la gallardía suficiente para insultarlo en su cara-- y con la bendición del primer árbitro."
El abogado José Zea se voluntarea para defender al Sr. Cevallos, a todo esto, pues dice que es un acaso de "abrir y cerrar". Yo sólo quiero destacar que parte de la vida laboral de un árbitro es ser insultado, ¿o si no, qué? ¿Llamamos al Sr. Guinness? ¡Le tengo un récord para usted! ¡Sé de un árbitro que ha sido insultado! ¡Paren las rotativas! ¡Que al imbécil de Intriago no le gusta que le digan cosas feas!
Foto de Daniel Aguilera Ríos
Vídeo de "Déjeme putearlo, nada más"
Noticia sobre la demanda, de El Universo
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