Paseándose por la oscuridad
va el gato del pelaje rojo
camina en la vereda con enojo
i por andar tan ciegamente enojado
una vieja lo deja atropellado
al pobre gato, ahora cojo
Se deslizan los dedos por las cuerdas
imitando de pamplonita a las brisas
estas esconden con sus risas
los pasos de los pobres bandidos
que caminan malheridos
comiéndose las camisas
Malagueña que te escapas con la aurora
¡déjame por lo menos otra sonrisa!
házmela llegar con la brisa
para que cuando camine por la calle
recuerde cada detalle...
más tarde me confieso en misa
Dos, tres acordes toca el tano
luego arpegia cuatro voces
cinco liras le reconocen
los caminantes de la vía
¿de quién a quien es la envidia
del pobre al rico o del rico al pobre?
Cántame tus penas, bailarina
baila conmigo este sambembe
zapateando se irán cadentes
las penas que te atoran
menéate hasta la aurora
las caderas i los pechos mece
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