Ahora Entiendo a Sergi Xavier

Hasta ayer estaba cabreado por eso de lo del tipo barcelonés que le clavó una patada en la cara a la pobre niña ecuatoriana que iba tranquila en el bus. Estaba bien cabreado. Estaba hasta cabreado con el pendejaso ese chileno o argentino, lo que sea que haya sido, que no hizo nada para ayudar a la chica. Hasta que leí que el man sí había aydado-- i viendo el vídeo con atención, debo de apoyar la declaración del tipo ese. En un momento él interviene mirándolo de reojo, cosa que pudo desconcentrarlo al marica del agresor.

Eso me calmó un poco. Pero luego escuché al barcelonés diciendo que lo lamenta, pero que él estaba borracho. ¡Haberlo dicho antes, varón! ¡Ahí sí todo está bien! Puta, es que el pito es pegarle a una mujer SOBRIO, pero ya EBRIO, ¡Ja! ¡La cosa es otra! La culpa, si es que hay culpas, es de la chica, por estar en el camino de un man que había hecho uso del divino derecho de pegarse unos tragos, que si Dios no quisiera que nos emborrachemos, ¡no hubiera inventado el alcohol!

Luego el barcelonés sale con que no estaba metido en cocaína, sino en codeína. ¡Ah! ¡Era sólo codeína! ¡Eso sí ya es menos ilegal! Andar en la calle con unos tragos i codeína, ¡es completamente normal! Una probadita del seno de una chica de 16 años, ¡eso pasa todo el tiempo! ¡Básicamente, acá hay más cogidas de seno que estrechadas de mano! Aplaudo el trabajo de la ley española que ha mantenido en alto el nombre de la decencia en alto, defendiendo el derecho inalienable de ser un borracho, xenófobo, hijo de puta i maricón!