En forma de protesta, El Diario de Juárez publica un mensaje a los carteles mexicanos: "¿Qué quieren de nosotros?" El editorial reconoce a los narcotraficantes como las autoridades de la ciudad-- "queremos que nos expliquen qué es lo que pretenden que publiquemos o dejemos de publicar, para saber a qué atenernos", dice. La semana pasada fue asesinado un fotógrafo de este medio, quien se une a los 2000 muertos a manos de los terroristas.
El norte de México es un desastre, zona de guerra para todos-- medios incluidos. ¿Qué sentido tiene pedirle a los narcotraficantes que se llegue a un acuerdo, cuando ellos son tan obviamente irracionales? Pues, entre otras, establecer que los medios representan, aún en medio del conflicto, a la imagen calmada, sobria y solemne --en contraposición a las "autoridades"-- de la ciudad.
Pero, ¿qué podrían pedir los carteles a los medios, a nivel contenidos? ¿Más tiras cómicas? ¿Las condiciones climáticas sobre las rutas de las drogas? ¿Un listado común sobre los deudores y los acamalados de sus organizaciones? Ciertamente noticias más cortas-- ilustradas, preferiblemente. Con letra grande, para poder leerlas sobre las manchas de sangre. Yo que El Diario tiraría unas ediciones a prueba sobre kevlar, a pruebas de bala, y otras ediciones más que absorban alcohol, para las bombas molotov.
Y,en la relación entre la mafia y los periódicos, ¿qué pasó con aquellas buenas épocas en las que la prensa era herramienta de los malos? No sólo a nivel político y de presión económica, sino que pienso en Lansky escondiendo la escopeta detrás de un periódico, o a Zuta haciendo apuntes macabros en las esquinas de sus páginas. ¿Y la mítica escena de disparar a través del periódico? ¿A dónde irán a parar estos clásicos sin la prensa escrita?
Noticia de la AFP vía El Universo
Foto por Baptiste Gavard-Renoir
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