
Antes de ir a la noticia sobre el comportamiento humano, que suele ser el que interesa, la BBC comparte hoy que científicos se han quedado "estupefactos" cuando observaron un divorcio entre cisnes. Estas aves, aparentemente, suelen ser fieles a sus parejas y sólo consiguen otra cuando uno de los involucrados fallece o se pone demasiado viejo como para lucir de él en la reunión de la promoción en la que tienes que ver a la pesada esa a la que le fue mejor que tú-- aunque ella se acostó con el jefe para triunfar.
Los científicos concluyeron que una de las posibles explicaciones para el curioso comportamiento separatista de los cisnes se podría atribuir a que él se quedaba cada día hasta más tarde con los amigos y que ella ya ni se molestaba en recalentar el asado. ¿Cuánto se tiene que saber sobre los cisnes para convertirse en experto en el tema? Porque yo leí el patito feo y vi el ballet de Tchaikovsky-- igual esa es la misma preparación que estos científicos poseen, pues si fueran tan expertos como dicen no se hubieran quedado estupefactos por el descubrimiento.
Pero ahora al hoyo 18 del asunto. Científicos de la Universidad de California han concluido que las mujeres atractivas se molestan más fácilmente que las otras y tienen, además, mayores expectativas en cuanto a lo que consideran merecerse. La actitud cortante les ayuda a conseguir aquello que quieren, atributo que las hace más adaptadas a sobrevivir. Las rubias, aparte de ser consideradas como más atractivas, resultaron ser las más volátiles. En el caso de los hombres, los resultados apuntan a que es más importante la fuerza física que el atractivo.
Lo cual, para mí, es bueno: porque tengo todo más que atractivo-- si bien fuerza física tampoco tengo casi nada, algo más que atractivo sí hay. ¿Así que las mujeres que se cabrean velozmente suelen conseguir lo que quieren? Qué bien que hay universidades para contarnos éstas cosas. Esto quiere decir que mi novia es más atractiva de lo que yo creía-- porque si la conexión belleza-fastidiosa es proporcional, yo he estado saliendo con Miranda Kerr y no me he enterado.
Pero bueno, quién sabe, a lo mejor todo sea cuestión de actitud-- porque si bien los cánones de belleza han ido cambiando a través de la historia algo no ha cambiado y no cambiará nunca: las que más fastidian suelen salirse con lo suyo-- por lo menos hasta que ya nadie puede más y opta por el divorcio. Sí, se quedan solas y amargadas, pero llegaron ahí primero.