Mucho relajo hay por el decreto 486-- el que permite la comercialización de la caza accidental de tiburones, los que son valiosos en ciertos mercados por sus aletas. Aparentemente se han encontrado dos puntos fuertes de la ciudadanía en los argumentos: Nuestra completa ignorancia en cuestiones económicas y la apasionada defensa que nos gusta demostrar en asuntos como el medio ambiente, la tauromaquia, "Si es con Guayaquil, es conmigo" o básicamente cualquier cosa en la que la posición de uno deba seguir cierto patrón cultural de lo que es "correcto".
Legalizar la pesca accidental no es lo mismo que legalizar la pesca, primera confusión básica. Ahora, veamos las consecuencias del decreto, otro punto que se omite en el análisis del mismo, el cual, según leo, se ha quedado estancado en "¿es la nueva ley buena o mala?". El hecho es que el precio de las aletas de tiburón ha disminuido por la mitad, y este dato lo saqué la semana pasada-- nadie quita que hoy estén a menor precio. Para explicar un poco más sobre como funciona el mercado y sus principios, propongo un ejemplo un poco radical, la venta regulada de la cocaína.
La coca es producto que mueve miles de millones de dólares alrededor del mundo. Su éxito radica en que se produce en grandísimas cantidades por muy poco dinero (no hay que pagarles mucho a quienes son amenazados de muerte para producirla). Ahora, la coca hace un viaje muy largo por el globo para llegar desde donde es producida hasta donde es comercializada a mayor precio, Europa. Allá el consumidor final puede pagar hasta 2oo Euros por un un octavo de onza de producto que, para ser elaborado, requirió solamente centavos de dólar. El precio, por supuesto, va subiendo mientras pasa de comprador a comprador, y cuando ha cruzado el Caribe, ha dejado fuertes ganancias en todos los que estuvieron involucrados en su transporte.
Si el gobierno regulara un poco de este mercado, las ganancias serían menores y el riesgo que significa mover alcaloides pasaría a ser mucho más que la ganancia latente, así que el mercado caería. Si solamente se vendiera la coca que la policía incauta de forma regularizada a precios no-elevados, se sacaría del mercado a varios traficantes pequeños. Claro, esto nunca va a pasar: la impresión que la sociedad tiene sobre la cocaína no dejaría nunca que esta sea comercializada.
Pero el ejemplo sirve para ilustrar como la comercialización regulada serviría para sacar del mercado a varios partícipes del "mercado negro" de las aletas de tiburón. Ahora, con el decreto nuevo, esta gente gana solamente la mitad de lo que hacían antes- para alguno ya no resultará negocio seguir arriesgándose por las aletas, sobretodo ahora que se ha comenzado a hacer allanamientos en los puertos y en ciertas moradas. Obviamente el decreto 486 no va a detener la pesca ilegal, pero ciertamente es un excelente primer paso. Seguiría instaurar mayor control a la pesca, seguir con las redadas, trabajar con Japón para detener la compra no-oficial, etc.
El tiburón es, sin duda alguna, parte importantísima de la cadena alimenticia. Pero porque el señor presidente decida legalizar la pesca accidental no significa que él desconozca o ningunee al medio ambiente. Lo que sucede es que la prohibición siempre dará efectos laterales, mercados "negros" que lucrarán de la demanda persistente de productos que no pueden ser comercializados abiertamente. La regularización, que aunque sea complicada, es realmente la solución adecuada. Y sí, todo esto tiene un fuerte olor a "asamblea", pero todo lo que hace un presidente siempre tendrá connotaciones políticas, ¿no es esto obvio?
La foto del tiburón "Galápagos" es de Doug Perrine.
5 comentarios:
vise man, otro que se me adelantó
igual que el varas
http://masalladelibros.blogspot.com/2007/08/jaws-el-ataque-asamblesta.html
en ambos se asume que el gobierno sacó el decreto y no va a hacer nada más al respecto
pero no es accidental, es incidental
ni idea e cuál es la diferencia
Aunque la verdad no he leido el decreto 486. "Pesca accidental" debe quedar claramente definida (con parametros y controles).
Me da la ligera impresion, que si una "comerciante" posee 9.600 aletas de tiburon, estan "accidentalmente" pescando demasiados tiburones. Por lo cual me atrevo a decir que este decreto no tiene ninguna base economica y es totalmente"politico".
Tiene algo que ver con el accidente i el occidente. Pero yo he dicho que es un buen primer paso; o sea que supongo que va a haber un segundo paso. I luego un tercer paso. I luego un cuarto paso. I luego un quinto paso.
"Al arribo de las embarcaciones a los puertos pesqueros de la costa continental cualquier miembro de la tripulación deberá reportar a la autoridad pesquera el producto de la captura incidental con la finalidad de obtener el certificado de monitoreo(sic) de pesca incidental."
Los tres de las 9600 no habían reportando absolutamente nada. Como dijo Eduardo-- ni que hubieran usado el Nautilius.
La pesca de los 9600 no es, para nada, accidental. Es un caso de esos "mercado negro".
la envidia:
http://whatisthenapi.blogspot.com/2007/08/todos-aman-los-tiburones-por-ahora.html
Publicar un comentario