Adjuntos

viernes, 18 de enero de 2008

En España todos nos quieren



Esta es indiscutiblemente cierta: Yo he visto esta calle varias veces, i debo decir que la representación es correcta. En un lado está sombrío, gris, i completo de ladrones inmigrantes, i en el otro lado están los españoles divirtiéndose, incautos, en el parque. Los inmigrantes caminan con la jeringuilla en la vena, como es costumbre nuestra, i el sol sólo sale para los verídicos europeos. Además, este dibujo enseña la amenaza más grande de los extranjeros, que no es el Monstruo Remesa (representado también), sino el vendedor de flores, que está al lado de donde dice "PSOE".

Los cierto es que los inmigrantes permiten el crecimiento de la economía española i que el incremento del producto interno bruto es básicamente debido al aporte de los-de-afuera. En un país en donde hasta el rey es extranjero, la tendencia ha sido emigrar. Durante la guerra civil española 5.5 millones de españoles abandonan su tierra; en el '61 i en el '73 sendos 500 mil habitantes huyen al franquismo. Más tarde, la subida global del precio del petróleo, en el '73, frena la migración. Después, con la entrada a la Unión Europea i, eventualmente, el Euro, se fortalece la economía ibérica.

Hoy por hoy 3.7 millones de extranjeros viven en España, según el padrón municipal de '05-- o sea, sin contar a los sin-papeles. Estos 3.7 millones representan al 8.5% de la población. Este porcentaje lo llenan, en orden de representación, marroquíes, ecuatorianos, rumanos, rumanas muy guapas, colombianos, i británicos. Estos grupos viven, mayoritariamente, en cinco comunidades autónomas, que son: Cataluña, Madrid, la Comunidad Valenciana, Andalucía, i las islas Canarias.

Según una encuesta de población activa 2 267 000 extranjeros tienen trabajo i contribuyen al seguro social. En febrero de 2006 "la Caixa" reportó que los inmigrantes eran, en parte, responsables del incremento del producto interno bruto, pues pagan Seguridad Social i muy pocos de ellos reciben ayuda de esta. Otro reporte, este gubernamental, cataloga al número de afiliados a la seguridad social como "insignificante". El País, un periódico español, reporta que "La economía española creció en la última década un 2,6% anual de media gracias a la aportación de inmigrantes. Sin su contribución, el Producto Interno Bruto hubiera caído un 0.6".

Si el análisis del incremento de producto interno bruto se limitara a los últimos cinco años, se vería que el 50% de la subida se la puede atribuir a los de afuera. Es que no sólo gana España por la seguridad social que paga el extranjero: los bancos que envían las remesas de los inmigrantes se quedan con un porcentaje de estas, como es natural asumir; además, los inmigrantes se endeudan más por su expectativa a mayor renta futura, lo que también sirve para activar la economía.

Los inmigrantes ocupan plazas de trabajo para las que no se necesita mucha educación previa. Un informe del gobierno explica que "el proceso de inmigración supone un aumento de la mano de obra disponible en la economía, introduce un mayor grado de flexibilidad en el mercado de trabajo, presionando a la baja los salarios reales e incrementando la movilidad laborar, y reduce el desajuste entre vacantes y oferta (...)". Esto da a entender que aún hay más vacantes que ofertas. Una noticia reciente afirma que este 2008 se deberán llenar 200 000 plazas de trabajo.

Al contrario de lo que se pueda pensar, la inmigración estimula mayor participación de los mismos españoles en el mercado nacional. Es más probable que la mujer del hogar participe en dicho mercado si existen empleados domésticos. El 15% de los inmigrantes trabajan en tales oficios, i se estima que por cada punto que aumenta la tasa de inmigración aumenta también la tasa de actividad del cónyuge en 0,6%.

La entrada de más inmigrantes, según el mismo informe del gobierno español, sólo supondría mayores beneficios.

- "Informe Mensual, núm 288 - Febrero 2006" La Caixa
http://www.lacaixa.comunicacions.com/se/ieimon.php?idioma=esp&llibre=200602

- "La mitad del crecimiento del PIB de los últimos cincos años se debe a la inmigración" El Mundo
http://www.elmundo.es/mundodinero/2006/11/15/economia/1163604388.html

- "Inmigración y Economía Española 1996 - 2006" Oficina Económica del Presidente
http://www.la-moncloa.es/NR/exeres/0A0CB2F0-97AB-4F7D-8915-136A678022AE,frameless.htm?NRMODE=Published

¡Fuera, ovejita negra, fuera!

jueves, 17 de enero de 2008



Blancas: Bobby Fischer
Negras: Boris Spassky
Ronda 6
Resultado 1-0

1. c4 e6
2. Cf3 d5
3. d4 Cf6
4. Cc3 Ae7
5. Ag5 O-O
6. e3 h6
7. Ah4 b6
8. cxd5 Cxd5
9. Axe7 Dxe7
10. Kxd5 exd5
11. Tc1 Be6
12. Da4 c5
13. Da3 Tc8
14. Ab5 a6
15. dxc5 bxc5
16. O-O Ra7
17. Ae2 Cd7
18. Cd4 Af8
19. Cxe6 fxe6
20. e4 d4
21. f4 De7
22. e5 Tb8
23. Ac4 Rh8
24. Dh3 Cf8
25. b3 a5
26. f5 exf5
27. Txf5 Ch7
28. Tcf1 Dd8
29. Dg3 Te7
30. h4 Tbb7
31. e6 Tbc7
32. De5 De8
33. a4 Dd8
34. T1f2 De8
35. T2f3 Dd8
36. Ad3 De8
37. De4 Cf6
38. Txf6 gxf6
39. Txf6 Rg8
40. Ac4 Rh8
41. Df4 1-0

Martín Galarza es poco limpio

Mi buen amigo Martín Galarza, conocido también como AU-D, es una persona con poca higiene personal. Esta es mi conclusión, pues después de escuchar sus canciones detenidamente, me he dado cuenta de que cada vez que lo deja una novia a él le da por no bañarse. Revisemos la evidencia: "Ya son algunos días, me parecen años, que no me arreglo, no me peino, no me baño. Ya son algunos días, creo que semanas, que no tengo las fuerzas, ánimo, ganas. Ya son algunos días que llevo en esta ropa impregnado el adiós que salió de tu boca". Esta sucia revelación está en su éxito "Aire al respirar", en donde confiesa haber estado usando la misma ropa desde que lo dejó la pelada. Lo que ha de tener "impregnado" en la ropa no ha de ser el adiós de la chica... i ya se sabe por qué lo dejó ella: por apestoso.

No sólo es en esta canción en la que AU-D revela dejarse de bañar cuando lo dejan; creo que 1 de cada 3 veces que lo dejan (i las peladas lo dejan bastante), él afirma desganarse de ducharse. Entiendo que deje de comer, que no quiera discotequear, pero ¿qué tiene que ver el aseo con el despecho? Escuchemos ahora "Vago": "Me apestan las patas con olor a rata". ¡Con olor a rata! Por amor a Dios, ¡qué desagradable! Yo me considero un vago, pero de los verídicos, de los que se toman la vagancia en serio, no como los vagos flojos que sí estudian para ciertos exámenes, i me siento en la responsabilidad de desasociarme del Sr. AU-D i sus malos hábitos de limpieza.

Pero se le perdona al AU-D de ser tan asqueroso por haber popularizado frases útiles para cada momento, como:

-"¿Sabes qué, pelada? me gusta hablar sucio".


-"Por ser así, siempre así, estas tres notas son para ti. Tres notas. Son para ti. Tres notas".


-"Agarra la sirvienta: ella que se asusta pero bien que le gusta".


"Me gasté todo en la chaqueta i no me quedó nada para la camiseta"

martes, 15 de enero de 2008

Letra para el himno de España

Yo no sabía esto, pero el himno de España no tiene letra. Por eso ahora hay varios políticos que proponen que se consiga qué cantar, sobretodo para que los futbolistas dejen de tararear antes de los partidos.

Propongo:

¡Imperio soberano de guitarras
Tu Castellano te canta solemne
Pues tu gallego es imberbe
I tus vascos son etarras!

¡Hala! ¡El júbilo reunid
En tus pasiones bravas!
¡Que nunca gane el Barça
I que viva el Real Madrid!

Nuestro Destino de Guerrero
Horizonte en la Memoria;
¡Perdimos las colonias
I nos mantienen extranjeros!

Mas es fuerte tu divisa
i todo puede comprarlo
Si también pudiéramos pagarlo
Sería mejor, todavía.

Patria deseo cantarte
por tu cultura sin par ni vez;
¡Ajustártelas para llegar a fin de mes
Es tu verdadero arte!

sábado, 12 de enero de 2008

Los más malos

Lista de los personajes ficticios más malos de la historia.
Todos los medios participan.

1. Shylock

2. HAL 9000

3. La enfermera Ratched

4. El Guasón

5. Iago

6. Lady Macbeth

7. Pinkie Brown

8. Hannibal Lecter

9. Gargamel

10. La Bruja del Oeste


Me sobran:
Annie Wilkes de "Misery"
Bill Sikes de "Oliver Twist"
Bob Ewell de "To Kill a Mockingbird"
Bowser
el Dr. Calygari
Elijah de "Unbrekable"
Francis Begbie de "Trainspotting"
El Sr. Hyde
Jack de "Lord of the Flies"
Jack Torrance de "The Shining"
John Doe de "Se7en"
La Reina de 'Blancanieves'
Mumm-Ra
Noboru de "The Sailor Who Fell From Grace With the Sea"
O'Brien de "1984"
Sauron
Voldemort


malo, la.
(Del lat. malus)
1. adj. Que carece de la bondad que debe tener según su naturaleza o destino.
2. adj. Dañoso o nocivo a la salud.
3. adj. Que se opone a la razón o a la ley.
4. adj. De mala vida y costumbres. U. t. c. s.
5. adj. enfermo (que padece enfermedad).
7. adj. Desagradable, molesto.
10. adj. coloq. Bellaco, malicioso.
11. adj. coloq. Dicho comúnmente de un muchacho: Travieso, inquieto, enredador. MORF. sup. irreg. pésimo.
12. m. diablo (príncipe de los ángeles rebelados). EL malo

miércoles, 9 de enero de 2008

Entrevista incompleta: Pánico en el Metro

Ayer escuché por primera vez de los Nancy, una potente droga alusinógena que ha dejado bastante rayados a varios. La historia iba de una tipo que se había metido un Nancy para salir a discotequear. Un par de horas después, le entró el Rojo Rabioso i salió corriendo, completamente asustado, a casa. Su vieja lo encontró, más tarde, en la cocina: el tipo estaba intentando salvajemente meterse en una funda de galletitas; aparentemente, creía que él mismo era una galleta i temía que el resto del mundo se lo quería comer.

Mi tipo de cosa. Me conseguí una esta mañana. Dos o tres horas después, en el Metro, todo parecía estar igual-- hasta que pasó un trabajador cargando ladrillos. Parece que yo venía creyéndome Bruce Lee, porque a penas vi los ladrillos les clavé un puñete. No me partí la mano. Sin embargo, hay una convención social no-escrita sobre los golpes a los ladrillos, porque el tipo me miraba, incrédulo, como si creerse Ryu fuera algún tipo de pecado. Parece dificil de asimilar, pero puede que esta haya sido la primera vez que algo así le pasara al pobre diablo. Yo tenía que decir algo, rápido. No hay "discúlpeme" que remedie a alguien como yo de algo así, i por eso dije lo siguiente mejor que podía: "La crisis económica nos deja sin empleo a todos. Nada que yo pueda hacer al respecto".

Por más que mi argumento era cierto, eso no parecía bastar. El Metro llegó i yo lo abordé. La gente, ahí dentro, me miraba. Retorcían sus cuellos como buhos. Me miré la mano: el dolor todavía estaba escondido, pero esperaba. La tregua de silencio que mantenía con el resto del vagón se hacía cada vez más frágil. Pronto se rompería. Debía de decir algo. Empecé a hablar, pero ya las puertas del Metro se abrían; no era mi estación, pero resolví que un poco de aire no me podría hacer daño, así que salí.

Mi editora tiene talento para las direcciones: cree que describir los monumentos es más válido que nombrar las calles. Mi mujer ideal es un GPS. -"Mi amor, ¿cómo estás?" -"Siga por la derecha". -"¿Te gusta así?" -"Usted está yendo en contravía". -"Tráeme el desayuno". -"Gire en U". Tenía que hacer una entrevista. Encontré el edificio i, después de un largo gambeteo con la portera, me dejó entrar. La demora ocurrió porque ella decía necesitar el nombre de la persona a la que iba a ver, i yo lo había olvidado. Todo se solucionó cuando, después de mirar a un listado, me pregunto "¿es a Rebeca a quien buscas?" Yo usé uno de los trucos periodísticos más viejos i efectivos de esta generación: saqué el movil, lo miré fíjamente, cambié la mirada i la miré a ella fíjamente, i dije: "sí".

Me hicieron entrar a la oficina, donde varias mujeres trabajaban frente a sus computadores. Me sentaron en el escritorio de una de ellas, que estaba obviamente desocupado, i me pidieron que espere. El escritorio tenía una foto vieja de tres niños, seguramente de la dueña de la mesa i sus hermanos. Calendarios, plumas, cosas así. Las mujeres conversaban de la habilidad de los gatos para abrir cajones i de cómo nunca hay que abrirlos frente a ellos. El ordenador estaba prendido, i moniando un poco, vi en 'mis documentos' unas carpetas con nombres como "datos clientes1", "proyecciones", "contratos", "cláusalas pre", cosas así. Saqué mi pen i copié todos los documentos. Fuente de primera mano.

Me levanté i me fui. No sé qué habrá pasado con la cita, pero yo no estaba en condiciones de conversar sobre el precio-de-los-inmuebles-a-futuro en ese momento. Salí a la calle del Metro, entré i lo abordé. El dolor de mi mano crecía, lo que significaba que estaba volviendo a la normalidad. La última parte de "Ejercicio 16" sonaba en mi cabeza. El vagón iba vació, pero se estaba llenando con cada parada. Una man con un par de tetas gloriosas entró i se sentó casi dirctamente frente a mí. Empecé a pensar sobre la eterna adoración que todos los hombres proyectamos a los senos i me preguntaba en qué momento se había decidido tanta fijación en esa parte del cuerpo;

Las tetas me seguían mirando de frente i yo me empezada a sentir incómodo. Ponerte ese tipo de ropa i dejar a las pobres tan apretadas fue decisión de ella, no mía; yo era un simple expectador de la maravilla que se permitía nuestra generación con las telas elásticas. Las mujeres deberían llevar las tetas al aire libre i terminar asì, de una vez por todas, el misterio que nos hace fijarnos tanto en ellas. La chica que estaba al lado mío se sacó los audífonos i dijo "¿qué?". "Puta madre del primer orden", recuerdo haber pensado. ¿Cuánto de esta filosófica revelación había dicho en voz alta? Miré el libro que ella llevaba, uno de Steve algo, i le dije "las mujeres que hacen telas al aire libre terminarán en un misterioso asesinato", señalándole el libro. Ella me dijo que no había llegado a esa parte, todavía. Le aseguré que era de las mejores i me bajé apenas el metro paró. Mucha vaina por un día.

lunes, 7 de enero de 2008

Encuentro con un guayaquileño en el Metro

Eran cuarto para las cinco cuando entré al metro. Palabras arrastradas, propias de una buena borrachera, me llevaron a ver a un tipo que acosaba de preguntas a una chica hindú. "¿qué línea es esta?", preguntaba él. La chicha lo ignoraba. -"Es la 2", respondí yo. El tipo aún no parecía muy convencido. Miró varias veces al rededor, hasta que preguntó si esta era la línea que para en la estación Sol.

-"Sí, esta es", le dije. Me habló, pero sólo entendí pocas palabras, entre ellas "Ecuador", así que la conversación giró en torno a nuestras procedencias. "Tú no eres guayaquileño", me dijo. Supongo que yo no represento tanto a Guayaquil como él lo hacía, pero ambos éramos nacidos en el mismo lugar-- i tan lejos de casa, eso quiere decir algo. Me invitó a unos tragos.

Yo no podía, cosas de tiempo, i me bajé dos estaciones después. Pero me quedé con la imagen de ese compatriota, ebrio en el domingo a las cinco de la tarde, embarcado en el metro sin saber si estaba o no en la línea correcta. Quien sabe si fue de casualidad que le atinó, o si quizás Sol, siendo una de las estaciones más comunes en toda la capital, ya había sido visitada por él una que otra vez en los 8 años que dijo llevar viviendo en Madrid.

Un hombre, embarcado sin saber a dónde va, llevando consigo nada más que el trago en la sangre, incomodándolas a ellas i aliándose con cualquiera que acepte que las cinco de la tarde es un buen momento para estar borracho era el primer guayaquileño confirmado que había visto en tres meses; el sueño de Olmedo, el justo representante de la situación del pueblo de latino américa, el tipo en el que te ves reflejado, el que dispara primero i pregunta después.

jueves, 3 de enero de 2008

Encontré mi beso asegurado (mélange à deux)

Siento mucho haberte robado ese beso, pero perdí mis zapatillas favoritas. Espero que estés asegurada. ¿Cómo hace el tasador que no veía desde hace tres años para evaluar cuánto vale un beso tuyo? No me digas que a él se lo volviste de Francia, en 2005, cuando las guardaste en el bolsillo exterior de la maleta que me regalaste, cuando me tocó camellármelo.

Ese beso tuyo, cuando no lo encontré al llegar, asumí que se me lo habían robado, pues ese bolsillo en el que iba no suele llevarte. Tengo a cambio tres de los míos. Me resigné a que no estén devaluados, pero si pones la necesidad en mi lado de la balanza, las doy por perdidas. Ellas habían estado conmigo en Montañita, i esta se inclinaría a que yo estoy desesperado en que me los des, en la Concurrance.

En mi mejor día, i tú un poco reluctante a dármelos. En mi peor, en la casa de mi madre i en el jardín de la tuya. Pero no importa, yo te pienso acosar hasta cuando duermes en el parque i cuando despiertes i pises la madera en mi cuarto en Leclerc, que cambiaba mucho. 3 años estuvieron, después, guardadas. Vas a ver que después de un par de veces que te des cuenta de que te estoy observando trepado en el árbol quizás vayas tú a estar guardado con ellas.

Sin saber bien dónde estaban, las encontré de casualidad, en la maleta que aleatoriamente elegí cuando tú te bañabas. Seguro cambias de opinión para venir-- no a penas llegues, sino, pues me quedo con la imagen de verte bañarte, que, déjame decírtelo, lo haces muy bien. Un mes después, cuando buscaba otra cosa, las extrañé. Haces que cualquier judío quiera ser convertido en jabón.