Adjuntos

jueves, 28 de abril de 2011

Sobre amar al fútbol y Mourinho

Para mi amiga Anita.

Ayer expulsaron injustamente a Mourinho. De lo que yo vi, él le estaba aplaudiendo al árbitro. ¿Qué pasó en el mundo? El único técnico que abiertamente felicita al que es considerado uno de los peores árbitros del mundo, y va el tipo y lo bota. No hay derecho. Y, en el lejano e improbable caso de que los aplausos de Mourinho hayan sido "irónicos" (ayer hablaban de ironía, pero querían decir sarcasmo) pero, ¿quién podría realmente saberlo? ¿Qué pasó con el respeto a la gente con la clase suficiente como para hacer reír mientras expresa sus enfados?

Ahora, he estado viendo en el FB muchos "te amo, equipo X", y eso me ha hecho plantearme muchas cosas. La primera, el equipo no te ama a ti; quizás, si eres socio. Pero rara vez lo son y esta gente declara su amor incondicional a una institución que, como yo lo veo, básicamente se resume a profesar pasión por 11 hombres. No sé si esto es atenuante o agravante, pero este "te amo, equipo", está bastante bien dividido entre hombres y mujeres. Ambas tienen su toque de "raro", y tampoco quiero explicitar qué es lo que yo creo que sucede cuando se ama a 11 hombres, seas mujer o no.

¿Pero, en serio, por qué amas al equipo? Entiendo que te guste el equipo. Que celebres las victorias, que te entristezcan las derrotas, que te guste joder al del equipo contrario cuando no ha sido su día. Pero, ¿amor? ¿No una gama de emociones menos radicales? ¿Qué es esta devoción que estoy viendo por el fútbol y qué vacío está llenando? Si bien lo es así en la vida, lo es más aún en el fútbol: todo es cíclico. Así que, creo yo, mientras más te inviertas cuando el equipo está arriba, más dura te va a resultar la caída.

martes, 26 de abril de 2011

Mi buen amigo el 1004

Cuántas mujeres habrán aprendido a acosar leyendo una página del manual de Movistar.

Para los que no lo saben, el 1004 es el número que aparece en los teléfonos cuando Movistar se pone al acecho. Desde hace varias semanas están que me llaman, religiosamente por la mañana, pero desde que inventé el "tono silencioso" y se los asigné, poco han podido despertarme. Ahora, con tanta insistencia, ya me está empezando a picar la curiosidad sobre qué podrán querer estos desgraciados.

Porque, a priori, no hay nada que yo quiera de ellos. Si lo hay, yo no lo sé. Y si no lo sé, pues ciertamente es porque no me ha interesado averiguarlo. Bien me interesaría pagar muchísimo menos de lo que pago, no creo que me estén llamando tan insistentemente para avisarme que voy a ser cliente gratuito de por vida con roaming internacional subacuático intradimensional perenne.

¿Qué puede querer Movistar conmigo? ¿Me estaré perdiendo de algo? O sea, ¿qué más que la alta cantidad que ya les estoy voluntariamente contribuyendo les interesa de mí? ¿Será que ahora debo hacerles, también, labor social? ¿Por qué no se consiguen una estrategia más decente de comunicación estos tarados? Ya soy cliente, ¿a dónde voy a ahora? ¿A accionista?

De cierta forma, compadezco a los pobres lee-guiones que tienen que andar jodiéndole la paciencia a la gente para ganarse el salario mínimo vital más comisiones. Pero, de cierta forma, también detesto a estos desgraciados que han tomado por profesión intentar despertarme todos los días.

Ayer, un amigo les llamaba porque quería cambiarse de Orange a Movistar. ¿Sabéis que pasó? Le dejaron esperando en la línea dos veces. A fin de cuentas, se va con Vodafone. ¿Cómo funciona esa vaina? ¿Es la estrategia "joder a los que sí nos pagan, ignorar a los futuros clientes? Me gustaría tener de profesor a alguien asociado a la empresa para que me enseñe todos sus secretos. Ah, no, espera, eso también ya pasó. No sólo no aprendí nada, me terminé hasta olvidando de las vainas útiles que había aprendido anteriormente. Gracias, Movistar, hasta julio no más te pago.

Foto de ucumari

sábado, 23 de abril de 2011

La Soledad en Talavera la Real

Así que estuve por Portugal esta semana santa. No vi muchas toallas, cosa que me decepcionó mucho. Eso sí, soy un experto en el arte de las 1001 formas de cocinar bacalao. Las bolinhas son mi favorita.

De vuelta a España, pasé por un pueblo llamado Talavera la Real y, como coincidía que era viernes santo, vi mi primera procesión, la de la Virgen de la Soledad. Sé que durante los años quizás no he hablado siempre positivamente de la religión, pero algún momento, entre los bombos y la saeta, me di cuenta de que me conmovía.

Talavera la Real estuvo frente a su catedral desde el viernes, esperando la medianoche, y acompañó a la Virgen de la Soledad durante la media hora en la que, girando a su derecha, tomó descalza la rua apedrada. Y, la gente, luego, buscando la avenida de Extremadura, se fue a chupar al bar.

Así que así ha sido la vaina. Mira tú, quizás he visto muchas películas raras, pero nadie me había explicado bien qué era y cómo funcionaba la devoción. Y resulta que ahora, sin hasta saberlo, he resultado devotísimo. La Virgen de la Soledad se fue ídem por la calle, pero yo me quedé, como el resto de la Real, pensando sobre cuál soledad era la real, rezándole al amigo San Miguel.

viernes, 15 de abril de 2011

Fotos LXV

Haría más fotos, pero me corté los índices para no ir a Nam.

Condones. ¡Sólo tallas extremas!


¿Qué te hace pensar que voy a regar mi cerveza por  que es más o menos natural?


¿Terapia de choc? ¿Cómo han logrado salir con éste copy?

miércoles, 13 de abril de 2011

Perdón por el exabrupto

Este viernes estaré por Plaza de España en "Vino y viandas" con un monólogo sobre el viejo arte de la queja. Invítate a ti mismo e invita a tus amigos, pues será una noche para pasárnoslo bien.

domingo, 10 de abril de 2011

Fotos LXIV

Si no tuviera cámara en el móvil, haría unos dibujos que lo flipas.

¿Velocidad = Pi por radio por altura? No va a haber inglés que arregle a ésta niña.


El gallo que te garantiza que necesitarás un urólogo.


Tin... ¡torería!

viernes, 8 de abril de 2011

Carta abierta a la Sra. Madre del Sr. Nicolás Peña

Desde Ginebra, Suiza

Buenos días, Sra. Madre del Sr. Nicolás Peña. Como espero que sepa, en estos momentos me encuentro visitando a su hijo, el Sr. Nicolás Peña. Si bien sé que seguramente usted conocerá ya las habilidades de autosuficiencia de su hijo, permítame detallarle algunos aspectos de la cotidianidad de Nicolás y de sus dotes de anfitrión.

Ayer mismo me recibió puntualmente en la estación central de Ginebra y procedió inmediatamente a guiarme por el recorrido turístico de las más grandes y conocidas atracciones de la Capital de los Bancos, que incluyen (y se limitan a) la casa de Nicolás, el lugar de trabajo de Nicolás, y la estación, a la que, aún no sé porqué, fuimos dos veces. De lo que pude ver, Ginebra es una ciudad muy bien distribuida y su estación de tren es, hasta ahora, de las cosas que más me ha gustado.

Luego me quedé en casa de Nicolás mientras él trabajaba. Ahí pude observar que, a pesar de estar alquilando un apartamento que más bien parece un bazaar por el cúmulo casi infinito de enceres y objetos árabes, Nicolás ha mantenido el estoicismo por el que siempre lo he conocido, negándose, hasta el día de hoy, de dejar de lavar en el lavavajillas su único cotonete, que diligentemente conserva en una servilleta de algodón-- la cual dobla de toalla.

No sólo no se no se está comprando nada nuevo, sino que hasta ha conseguido sagazmente darle utilidades múltiples a las que ya posee, por lo que se han inventado vocablos aquí para describir la toalla-calzoncillo, el cepillo de dientes-fregona y el correo basura-servilleta. A pesar de que tengo entendido por lo que deja entrever modestamente su hijo, (pues intuyo que gana bien en su oficio) aparentemente una buena tajada la devuelve a la ciudad en forma de impuestos, por lo que ya es cotidiano escucharle frases como "así que esto es lo que hacen con mi dinero", cosa que le está haciendo salir alguna que otra cana.

Por la noche salimos por la ciudad. Yo cené unas brochetas y Nicolás, fiel a su lógica del ahorro, me explicó que más importante era la comida para el alma y procedió a acompañarme leyendo en voz baja de los poemas de Machado mientas yo comía. Buena parte, a todo esto, de la reducida ingesta de Nicolás se debe a que, aunque dice que entiende bien el francés y está tomando cursos del idioma galo a través de la televisión local, sólo consigue hablarlo a tal nivel en el que ya ha dejado de recibir veneno cuando pide pescado. Aún estamos trabajando en que deje de pedirle rakumin a la mesera, pero le prometo por la presente de que no me iré sin enseñarle el básico y necesario "sandwich de poulet" a su hijo, y que le obligaré a practicarlo hasta que le dejen de dar unas botas campestres cada vez que lo enuncia.

En esa noche, después de la cena, conocí, además, a las amistades de Nicolás en suiza, que incluyen, pero no se limitan, a un pedazo de queso amarillo al que jocosamente llamamos "hueco 'e bala", y a Mischa Von Tarb, que es como ha bautizado al nomo voyerista que, según dice, le acosa de camino al trabajo. Seriamente, Nicolás tiene ya varios amigos en la ciudad y parece que él no sólo es parte del grupo, sino la parte central de la dinámica del mismo. Yo le he insistido que la ruleta rusa no vale la pena, pero él no me ha escuchado.

Una vez cerrada la noche, a falta de espacio, Nicolás y yo nos vimos forzados a compartir cama-- cosa que, me atrevo a decir, hacemos bastante bien pues él es de tamaño twin y yo soy de circunferencia king, y entre los dos encajamos perfectamente en un colchón queen. Admito admiración frente al descubrimiento de Nicolás para facilitar el tender la cama: Sólo tiene una colcha sobre esta. Desgraciadamente, si bien la colcha envuelve a Nicolás completamente, a mí me deja en la dicotomía de si taparme los pies o la espalda, pues no hay forma de conseguir ambas para mi diámetro.

Esta mañana Nicolás y yo hemos discutido sobre el tema del desayuno. Yo, intentando no ser un estorbo, pedí pan con mantequilla y azúcar, a lo que Nicolás me respondió agresivamente que la mantequilla era un producto únicamente consumido por los ricos, lo que me ha dejado tanto confundido como halagado. Aún así, Nicolás ha cocinado con proeza un filete de carne a la pasta de tomate con una ración de tortellinis que, confieso, estaban muy buenos. Tanto así, que la próxima vez que me los sirva procuraré que Nicolás me revele cuáles eran los pedazos de pollo y cuáles eran los tortellinis.

Dicho todo esto, puedo asegurar que Nicolás está contento en Ginebra, aprovechando plenamente la oportunidad laboral y social que le representa, si bien de vez en cuando tenga que dedicarse a recibir visitas de tan entrometidos compatriotas.

Atentamente,

Jorge Luis Pérez Armijos.


Foto de Emerging Birder

miércoles, 6 de abril de 2011

Ineptos que no saben cómo funcionan las dos líneas blancas

En el parking de la UEM. En primero debería existir un curso semestral sobre cómo aparcar.




martes, 5 de abril de 2011

Más cosas sobre las corridas de toros

Mientras en Ecuador se va intensificando el debate sobre la posible prohibición de las corridas de toros, más tonterías van saliendo de bocas de gente de un lado y del otro-- pero, principalmente de los antitaurinos. Hace poco vi un vídeo en el que iban a indagar sobre el supuesto maltrato que recibe el toro antes de salir a la plaza grabado en Quito. ¿De qué se enteraron? De que el toro sale a la plaza en perfecto estado. No sé por qué lo dudaban, ¿qué torero va a querer lidiar a un toro dañado?

Otra falacia de las frecuentes es que el toro sólo se quiere defender y que, cuando está en la arena, sólo busca escaparse. ¿En serio? Pues el toro salió de la escuela de Clausewitz y de Pep Guardiola en la que aprendió que la mejor defensa es un buen ataque, pues, como muchos herbívoros, el toro acomete a todo lo que se le mueve. No sé si el toro cree que la montera se abrirá como cortinas de teatro y que ahí hallará la salida, pero, aparentemente, si el toro sólo quiere escaparse del ruedo, pues está buscando la puerta en el lado equivocado.

El más gracioso de los argumentos de los antitaurinos es aquel de "me gustaría que a ellos los torturaran, a ver si les gusta" y el "ganó el toro". ¿Si? ¿En serio? ¿Estás preparado para retorcerte las extensiones por salvar a los toros pero te gustaría ver a personas sufrir? ¿Sabes qué? Tú ganas: Ahora tendrás que cuidar de todos los toros del país sin afán de lucro, manteniendo especies que de otro modo estarían extintas. Y sobre lo de la tortura que nos quieres propiciar a los taurinos, ¿cómo la piensas hacer? ¿Qué te parece si metes a un animal de quinientas libras a un ruedo y a nosotros nos das una montera para defendernos? ¿Te parecería justo?

Pero, volviendo al ámbito local, parece que lo que se quiere prohibir concretamente es la muerte del toro frente al público. Quizás eso explique la parte final del vídeo que adjunto, donde un ignorantaso sale diciendo que el toro no muere en la plaza, si no después. ¿Cómo sobrevive un toro la cercenación de la médula espinal del descabello? No lo sé, pero me suena a estrategia taurina para mantener la fiesta.

A todo esto, ¿dónde está la gente que defiende las libertades? ¿Qué libertado me van a quitar a continuación? ¿En qué momento son elegidos los gobernantes para administrarnos en vez de administrar el país? No todas las libertades son iguales, pero ¿cuáles preferimos perder primero?

También están esta suerte de filósofos que hablan de que si se prohiben las corridas españolas serán sustituidas por las portuguesas porque éstas, de lo que escucho, no terminan con la muerte del toro. No sé cómo funcionen las touradas, pero lo que sí sé es que no hay tradición de algo, será imposible implantarlo. Pero, como siempre, la gente es tonta y cree que la cultura es implantable o borrable con el piquete de una varita mágica.

Sin duda, la fiesta brava es un espectáculo violento donde se aplaude, entre otras cosas, a la muerte. Es cruel. A mucha gente no le gusta. A mí no me gustan los clubes alternativos, por lo que no los frecuento, mas defiendo la libertad de estas personas para que, como el toro, puedan sufrir si deciden contraer matrimonio.

A mí ya me quedó claro. Yo soy malo. Los antituarinos le tienen más aprecio a la vida. La tortura no es ni arte ni cultura. Ahora, ¿qué les parece si, entonces, mantenemos la feria en un lugar que no sea de acceso libre? ¿En algún tipo de sitio en el que se haya de dar un valor a cambio del derecho a la entrada? ¿Qué tal lugar no se ha inventado, aún? Pues bueno, otro día será. Pero hasta mientras, déjenme ser libre.


Vínculo al vídeo de YT en cuestión.

lunes, 4 de abril de 2011

Conversaciones de bar: Zapfino



Conversaciones de bar
Zapfino

Jorge Luis Pérez

Sambhad ext.
CHICA2 y CHICA1 entran a Sambhad

Créditos.

Baño Sambhad.
CHICA1 coquetea con el espejo.

CHICA1
Vamos tu puedes. Tu puedes.

Sambhad int. CHICA2 y Chica1 están a la barra.

CHICA1
Me alegro de que al fin podamos hablar. Tengo algo importante que quisiera poder decirte.

Entra NARCISO.

NARCISO
a las dos
¿No os llamaréis Vicky y Cristina? ¿No?
a CHICA1
¿Quieres conocer la serpiente que tentó a Eva?
a CHICA2
¿Te gustaría descubrir por qué el griego de Danone no es realmente el mejor?
CHICA2 le da una cachetada a Narciso
a CHICA2
¿Tú tampoco?
Chica1 levanta la mano, amenazante.
Mmm... Violencia de género.

Sale NARCISO.

CHICA1
Bueno... como te decía...

CHICA2
¿Por qué crees que la DGT pone en los letreros de las autopistas el número de muertos en Semana Santa? ¿No crees que es un incentivo para la gente competitiva?

CHICA1
Quizás. ¿Y crees que incluyan a Jesús en la lista de muertos? Es Semana Santa...


CHICA2 interrumpe, otra vez.

CHICA2
¿Sabes lo que deberíamos de hacer? ¿Sabes cómo las autopistas todas tienen un número? Pues ese debería ser el límite de velocidad de cada una. Por ejemplo, en la M30, todos a 30. En la M40, todos a 40.

CHICA1
¿Y en la 511?

CHICA2
Aún no es un plan perfecto.

Chica1 suspira, se mueve en su silla y encara a CHICA2

CHICA1
Me encanta como hueles.

CHICA2
Es el número 5.

CHICA1
¿El de Chanel?

CHICA2
No, el mío.

CHICA2 mira a Chica1, riéndose.

CHICA1
Tienes más gracia que un niño en diez contenedores de basura / payaso con cáncer.

CHICA2
Mira cómo va esa. ¿Por qué se visten así los pijos cuando salen a correr? ¿Qué clase de persona tiene ropa exclusivamente para sudarla? Cualquier camiseta se puede sudar, ¿sabes?

CHICA1
Ya. Son unos ridículos.
Oye, y...

CHICA2 se empieza a verter la cerveza al vaso muy lentamente. Chica1 está esperando a que termine para seguir hablando.

Hay algo que siento...

CHICA2
Yo sí que siento algo: es la maldita etiqueta fantasma. La corté, te juraría que la he quitado. Míramela, por favor.

CHICA1 lo hace, avergonzadamente.

CHICA1
Te queda un piquito.

CHICA2
Ya decía yo, si sigue picándome la muy desgraciada. ¿Qué tengo que hacer, lijarla? ¿Prenderle fuego? ¿Meterla bajo la aplanadora? ¿Ahorcarla el lejía? Si lo que me dan ganas es de morderla.

CHICA1
Y a mí...

CHICA2
¿Qué?


CHICA1
Nada. ¿Oye, qué crees que pasó con las togas?

CHICA2
¿Las togas?

CHICA1
Sí, las togas. ¿Cómo habrán perdido popularidad? Porque tienen que haber sido cómodas.

CHICA2
Tiene que ser como estar en la cama.

CHICA1
Mmm...

CHICA2
¿Mmm?

CHICA1
Mmm.
La cama. Cómodo.

CHICA2
Mmm.

CHICA1
Igual las modas son cíclicas y es sólo cuestión de tiempo hasta que vuelvan.

CHICA2
La moda de hacer luchas entre cristianos y leones tampoco ha vuelto, ¡con lo que molaba! Molaba tanto --o más-- que las togas.

CHICA2 saca su teléfono móvil y se pone a escribir. CHICA1, entretanto, la mira. Cuando CHICA1 se dispone a hablar, CHICA2 interrumpe.

CHICA2
¿Qué?

CHICA1
Nada.

CHICA2
¿Sabes qué me cabrea? Que el puto móvil me trate de "tú" todo el rato. "Tienes que actualizar esto, descargarte lo último de lo otro, informarte sobre sobre tal cosa, acordarte de tal otra…" ¿Quién se cree que es para hablarme así? Yo no le he dado esa confianza. En mi época no era así.

CHICA1
Ya… Eh… Voy al baño.

Baño Sambhad
CHICA1 está en el baño, mirándose al espejo.

CHICA1
Es ahora. Es ahora. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Se lo digo, lo acepta, nos liamos. Se lo digo, no lo acepta, no me habla nunca más y me quedo sin amigas. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Si es y le gusto, bien; si no es, y no le gusto, fatal. Pero si no lo es, igual se lo piensa, aunque si no lo es y no se lo piensa…

Una persona sale del baño. Chica1 recupera, exageradamente, la compostura. Lo mira salir.

CHICA1 (cont.)
¿En qué me quedé? Ah, mi felicidad inmediata y futura.

CHICA1 mira al espejo, dándose confianza.

CHICA1 (cont.)
Vamos tu puedes. Tu puedes.

CHICA1 va a subir, pero vuelve a mirarse en el espejo. Se coloca el pecho y sube.

Sambhád int.

CHICA1 está volviendo a la barra, cuando ve a otra chica, KELLY, ligando con CHICA2. CHICA2 está respondiéndole a los avances. Tanto así, que, de un momento a otro, CHICA2 y KELLY pagan, se levantan y se dirigen hacia la salida --y hacia donde está Chica1-- cogidas de la mano. CHICA2 mira con alegría a Chica1, sonriéndole emocionada.

Salen CHICA2 y CHICA3.

Créditos.

CHICA1 la barra, bebiendo. Al final de la sala está NARCISO, coqueteándole sugestivamente.

FIN.