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miércoles, 5 de enero de 2011

Las ventanillas

Esta no es mi firma
Quisiera saber cuál es la relación, porque tiene que haberla, entre suicidios y horas que la gente que se suicidó pasó frente a una ventanilla. ¿Qué poder misterioso yace tras los cristales que hace los trabajadores del sector "atención al cliente" se inflen de prepotencia al momento de hacer sus labores? A lo mejor por ahí está la respuesta a quienes padecen de autoestima baja y no saben qué hacer al respecto.

Es que detrás de una ventanilla se pierde todo el concepto de "nuestro deber es servir competentemente al cliente" para convertirse en un "el cliente nunca tiene la razón". Hace poco, en el Banco de Guayaquil --un banco en Guayaquil, para quienes no lo sabían-- un equipo de criptógrafos decidió que mi firma había pasado de ser un Miró a ser Picasso y que yo tenía que sacar una nueva cédula de identidad-- sólo que por "criptógrafos" quiero decir "la quinceañera que me atendió" y por "Miró a Picasso" quiero decir que estaba casi idéntica.

A fin de cuentas, decidí sacar mí dinero-- énfasis en mí dinero-- y llevarlo a otro lado. Pero, a parte de eso, y aquí viene lo espeso del asunto, se me ocurrió una gran idea: ¿Qué tal si existiera una página web dedicada a valorar el servicio que las empresas prestan a los clientes? Para que nadie infle de votos a nadie, sólo se podría votar negativamente. Así, los clientes tendríamos cómo hacer saber qué ventanillero está prestando un mal servicio e, idóneamente, estas personas serían reemplazadas o recapacitadas. ¿Qué gran idea, no? ¡Debo ser una especie de genio!

Foto de Zahid Ali Khan

2 comentarios:

David dijo...

http://www.pesimoservicio.com pero necesita un tuneo

Jorge Luis Pérez Armijos dijo...

Ya se me robaron la idea!

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