Adjuntos

viernes, 29 de octubre de 2010

De vecinas

Si revisan, cuando en las noticias muestran la casa de un psicópata al que han atrapado, las vecinas siempre salen diciendo que el tipo era muy amable y que siempre saludaba. Ahora, hablemos de mi vecina. No es que quiera implicar que mi vecina es una psicópata, pero ciertamente es amable y saluda. Creo que esos son los síntomas.

Así que es hora de hablar de mi vecina, la abuelita del edificio. Como soy un experto de edades en abuelitas, puedo deducir que tiene por lo menos 83. Linda edad. Cada vez que me la cruzo al entrar a la casa se aparece como manifestándose del mismo aire a conversar. Y bien, pues conversamos. Pero algo tiene la abuelita que es una crack y la adoro por eso: siempre termina hablando de exactamente lo mismo.

Al principio lo consideraba como una especie de discapacidad en la memoria, de esas tipo añoranzas de pesetas. Que al frente hay una tienda, que en la esquina hay una panadería, que al lado hay un costurero, que del otro hay una frutería, que el bar en la esquina está muy bien... como si yo no conociera la calle. Pero qué más da, ella lo hace de buena.

Lo que pasa es que, no sé cómo, consigue decirlo en todas las conversaciones que tenemos. Hace medio minuto estábamos hablando sobre la ventaja de traer amigos a casa antes que ir al bar, y sale con lo de la tienda, la panadería, el costurero, la frutería, el bar... Es una habilidad de abuelita. Tu vas y le cuentas sobre la gravitación universal y Stephen King y a ver cuánto se demora en reducirlo a los beneficios del barrio.

En la foto, los adornos que guardan la puerta de la vecina. Aparte de ser graciosamente desproporcionados, huelen pésimo. A alcantarilla. Pero nunca he podido decírselo. Quién sabe, si lo intento a lo mejor sólo tendré por respuesta que me vaya a dar una vuelta a la panadería, a la tienda, a la frutería, por la casa de...

lunes, 25 de octubre de 2010

154

Los puentes de cristal que yo te tiendo
Los cruzas tú con tacones de acero;
No me miras y sabes te estoy viendo
De un sin segundo no soy primero.

Extiendes la mano, yo muriendo.
Me enseñas la palma, te espero;
Mas te cubres los labios escondiendo
Un secreto ajeno, traicionero.

Cuéntame con tus ojos, plata del mar,
Cualquier secreto de tus finas manos
Y hazme un puente para abordar.

Que se oxiden los aceros tacaños
Para de miradas tus manos colmar
Mientras cruzamos los puentes, los años.

Foto de Yves

jueves, 21 de octubre de 2010

Sobre cumpleaños y meses para nacer/ser concebido

Ahora que la mitad de mis amigos está metiendo la pata y que la otra mitad ya la ha metido, tengo un favor a pedir: esperad unos meses para concebir a vuestros hijos. Quizás cueste, sí, pero sólo esperemos unos meses.

Resulta, como quizás algunos ya intuyen en estas fechas, que la mayor parte de los niños de nuestra cultura nace entre agosto y noviembre-- lo que quiere decir que fueron concebidos entre noviembre y enero. Son niños del amor de fin de año, de la época de vacaciones, del invierno, de la navidad, de la pascua.

Esta es, por consiguiente, la época de celebrar cumpleaños. Una estación dura para los bolsillos, a menos que, como yo, tenga usted, lector, la costumbre de dar por regalo los caramelos que suelen obsequiar las recepcionistas.

La gente que no cumple años entre agosto y noviembre está fregada. Primero porque, al no haber nacido entre estas épocas, (y cuidado aquí los que tienen imaginación intuitivamente gráfica), no han sido concebidos con amor de fin de año, de vacaciones, o de navidades. Lo que se llama un error. Además, si cumples año en los momentos que el año está en las vacaciones de verano, probablemente nadie ni se acuerde de ti en tu día ni, por supuesto, te regale nada.

Si naciste en enero, como yo, no sólo eres un error de cálculos, si no que estás mal con lo de los regalos. Porque nadie compra dos regalos para nadie tan seguido. Yo, sabiendo eso, decidí que mi novia y yo nos conoceríamos y casaríamos el mismo día de su cumpleaños, y que este día, además, sea o San Valentín o Navidad. Aún no encuentro a la chica en cuestión, pero ¡por algún lado hay que ponerse los estándares!

Foto de Zellaby

Historias de nadie - programa 1

"Sobre los roma". Este es nuestro primer programa, y está un poco flojito. Yo sólo leí unas lists, básicamente. Igual, sigue siendo un programa muy informativo.

domingo, 17 de octubre de 2010

El cartero siempre llama dos veces

Hay algo en el contrato social que nos permite vivir en civilización que no está escrito, si no que es más bien tácito. Es sobre el número de llamadas que podemos o debemos hacer o recibir.

Dado a que los teléfonos móviles tienen esa función que muestra que nos han intentado llamar, llamar dos veces (o más) debería estar reservado exclusivamente para emergencias. Claro, ¿qué es una emergencia? Mi madre asume que me han secuestrado cuando no le contesto en menos de la velocidad de la luz, por ejemplo.

Pero, ¿qué hay de esa gente que cree que ser escuchado es importante? Todos tenemos, creo, por lo menos un amigo que llama más de una vez y que luego no tiene absolutamente nada relevante que contar. Esos amigos que llaman peor que novia celosa en día de Lady's Night con la vecinas (para mí es jueves).

En fin, pensemos en qué estamos haciendo antes de insistir al teléfono. La gente cosas importantes que hacer. Digo, toda esa televisión no se va a ver sola.

Foto de Okinawa Soba

miércoles, 13 de octubre de 2010

Sobre los mineros

Foto de Rafaél Olea
Ya sé que trabajo no tomar si no quiero que mi esposa se entere sobre mi amante. Mientras escribo esto, Pedro Cortéz, el minero 31, está subiendo. 69 días atrapados... Hablemos de una oportunidad para mejorar la técnica en el ajedrez. La BBC ha cubierto las casi 22 horas que lleva la operación rescate y admito haberla visto, emocionado, casi completa.

Cómo es la voluntad del hombre y qué fuerte es la tela que hilvana la esperanza. Y no es que me esté quejando, pero, ¿vieron el tamaño de la cápsula de supervivencia del Fénix? Te hace pensar en perder peso urgentemente, ¿no? Y pasar de estar en un espacio tan confinado para luego abordarla... estamos hablando de personas que no temen a nada. Acaba de salir Cortéz. ¡Qué estilo, esas gafas!

La empresa californiana que donó esas gafas se está haciendo una gran publicidad, y nadie aprecia tanto una buena donación como yo, pero ¿no tenían otro modelo? Porque empiezo a dudar si del Fénix salen mineros o si es en realidad Terminator.

Cada minero tiene una historia, pero me quedo con dos: La del minero que sobrevivió al terremoto y, buscando trabajo, terminó 620 metros bajo tierra. Para este hombre, todo lo que le suceda a futuro va a ser una buena noticia. ¿Y la del minero que sobrevivió casi dos semanas en un container intentando llegar en un carguero a Alemania? ¿No es esa la mejor persona para tener como acompañante en una situación como esta? ¿MacGyver?

Ahora el Fénix está por llegar, otra vez, a la mina. Yo me quedo sintonizándolo.

viernes, 8 de octubre de 2010

Entrevista

Originalmente, tenía la intención de estrenar "Conversaciones de bar: Courier" en Las Peñas. Pero este intento quedó en segundo plano, y ahora que estoy lejos y no puedo estrenarla como es debido, he decidido subirla a YouTube sin más. Ya habrá tiempo para otros estrenos.


Para compensar, saco el as de la metafórica manga: Una entrevista que hice como parte del esfuerzo de promoción para el estreno. Algunos quizás ya la escucharon, pero, para los que no, esta es parte de la transcripción, donde hablo un poco de los cortos anteriores.

Entrevistadora: Cuéntame qué es "Narciso".
Jorge Luis: Es un cortometraje sobre lo de Ovidio pero moderno; Narciso es una persona que cree que es más de lo que en realidad es.
Entrevistadora: ¿Cómo se te ocurrió? ¿De dónde viene "Narciso"?
Jorge Luis: Es la simplificación de otro guión que escribí. "Narciso" es lo que es porque resultaba muy fácil rodarlo.
Entrevistadora: ¿Por qué?
Jorge Luis: No hay muchas complicaciones técnicas. Lo rodé con una cámara casera, nada más. Lo que hacía era llevar la cámara a la uni, en el bolso, y la sacaba cuando veía que había una situación idónea para rodar. Cualquiera de mis amigos cogía la cámara, se explicaba un poco la escena, y ya… No hay micrófonos ni iluminación-- el audio es el de la cámara; sabía que por las limitaciones técnicas no podría usar muchos diálogos y, a fin de cuentas, es una serie de gags visuales.
Entrevistadora: Pero luego la presentación…
Jorge Luis: La hicimos en el estudio de la uni, donde hay menos ruido… Es en el estilo de los avances de Allen, y, por supuesto, totalmente improvisado.
Entrevistadora: ¿Qué tanto de Narciso hay en ti?
Jorge Luis: No mucho, soy más bien tímido… Narciso no es, bueno, tampoco tan extrovertido, sino que creo que necesita fijarse mucho en él. Narciso no va sobre ligar, sino sobre "mírenme, aquí estoy yo". La verdad, odio a la gente así.
Entrevistadora: Pero el personaje es bastante querible.
Jorge Luis: Sí, como nadie le presta atención, se hace más simpático. Es irónico, pero a la gente le ha gustado Narciso.

Entrevistadora: Luego vino "Comic Sans"
Jorge Luis: Sans fue una muy mala experiencia. El rodaje lo hice sólo, a nivel técnico. El trípode dirigió todo. El talento, las chicas, se demoraron mucho en llegar al bar y Antonio, el dueño, tenía que abrir, por lo que se rodó apresuradamente, sin ver cómo iba quedando. A pesar de que podía repetirlo, con actores y equipo, preferí seguir adelante. En edición vi que imagen estaba bien-- mucho mejor de lo que esperaba, pero que fallaba el audio, a pesar de que usé un micro que colgamos al techo, el sonido entró mal y a, a fin de cuentas, usé el de la cámara, que es menos que idóneo. En post lo normalicé bastante, pero un audio así, junto con mi pésima dicción, creo que se pierde mucha de la gracia del guión.
Entrevistadora: Sobretodo en un corto que es puro diálogo.
Jorge Luis. Sí….
Entrevistadora: Y la idea, ¿de dónde es?
Jorge Luis: Es un poco Dr. Katz, pero en el bar. Los planos los planifiqué a partir de la cafetería de Seinfeld. La trama, en verdad que no me acuerdo de dónde vino.

Entrevistadora: Pasemos a "La caja de Kleenex que va contigo".
Jorge Luis: Bueno, ese no es mío…
Entrevistadora: Pero la actuación…
Jorge Luis. Sí, soy yo, sí, pero la idea y la cámara las hicieron unas compañeras, a las que les debía una desde "Narciso". Es un corto simpático, lo puse en el estreno de "Comic Sans" y la gente lo disfrutó… Creo que más que "Comic Sans".

Entrevistadora: El último, el del estreno, es "Courier".
Jorge Luis: Sí. La idea no es mía, es de un compañero, pero me atrajo por lo fácil que era rodarlo. Después de la mala experiencia con "Sans" con el audio, decidí hacerme con un equipo más apto y esta fue la forma de probarlo.
Entrevistadora: Alguna anécdota…
Jorge Luis: Fue el más fácil que he hecho. Me sentí muy apoyado, fue más una reunión de amigos que un día de rodaje. Bueno, todo el diálogo es improvisado; tenía que ser así porque eso, más el absurdo de la cerveza, profundizaría el valor absurdista del corto. Tenía que haber sido en un tono más solemne, sí, pero Paquito y yo no nos habíamos visto desde hace más de un año y… bueno… se animó la cosa.
Entrevistadora: ¿Es cerveza de verdad?
Jorge Luis: Es de verdad… No fue tan mala experiencia, la verdad. Había pensado echarme más, pero una botella resultó ser más que suficiente.

Entrevistadora: ¿Qué viene ahora?
Jorge Luis: Estoy trabajando… he estado trabajando en Zapfino, la tercera parte de Conversaciones de bar. "Sans" abrió la puerta para que actores de verdad se interesen en mis guiones y parece que lo rodaré con gente que sí sabe lo que hace y desde donde me gusta, desde atrás... de la cámara. El guión está casi listo, pero en las vacaciones lo dejé para dedicarme más a las partituras, pero ya se acabaron las vacaciones y ya se rodará. ¡Ah! Narciso vuelve.
Entrevistadora: ¿Narciso vuelve?
Jorge Luis: Sí, por petición popular, le escribí unas líneas.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Luis. Jorge Luis.

Estaba saliendo de la universidad, ya en mi coche, ya cruzando la rotonda que la precede, cuando un motorista se me puso directamente atrás. Era un hombre --o eso creo--  e iba vestido completamente de negro. Todo negro. Negro era su casco, negro era su mono, negra era su moto. El casco, sin embargo, reflejaba la poca luz que queda a la siete de la tarde y parecía de plata. El tipo siguió directamente detrás de coche, a mi misma velocidad, y manteniendo una distancia que podría haber estado a un escalón de la imprudencia si hubiese sido una tarde más traficada.

En este momento pensé: "¿No sería bacán que el tipo me viniera a matar?" No es que tenga yo tendencias suicidas, pero, ¿qué tan más divertida tiene que ser la vida de James Bond comparada con la mía? Él tiene que andar consciente de esa posibilidad, de que alguien le esté buscando para matarlo, hasta cuando va al peluquero. Mi peluquero, en cambio, tiene, por desacato, como nombre "Jesús" y si me mata, sería a punta de "¡ay! ¡qué pelo más suave tienes!"

Una vida así, como la de un hombre internacional de misterio, tiene que ser más entretenida. Y no parece, en contra de todo pronóstico, cansina, pues a Bond nunca se lo ve con ojeras en una misión; nuna responde al teléfono "no, hoy quiero es descansar, que 001 haga algo por una vez en su vida". Pero, a fin de cuentas, inverosímil o no, cansada o no, la vida de Bond tiene que ser interesante.

Por lo menos más que la mía, que el único enemigo que intenta destruirme es el profesorado universitario, y ellos, en vez de hacerlo con elaborados esquemas, lo hacen a punta de trabajos y tareas. Además, dicho sea de paso, no se parecen a los villanos que quieren aniquilar a Bond, pues a él, por lo menos de lo que sé de sus películas, siempre lo quiere matar una super modelo. Y en la cama. Después de intimar. Así, la verdad, yo creo que me dejaría, no más, que me maten. Pero no, ah no, todos mis profesores son bastante feos. Sobretodo comparados con las chicas Bond, que hasta las más malas son muy buenas.

Culpo a mis padres de esto, de que mi vida sea tan aburrida. Y creo que el error fue bautizarme Jorge Luis. Con un nombre así, ¿quién va para agente secreto internacional? A lo mucho llegaré a personaje de telenovela, y ni creo que a protagonista-- a segundón, quizás. O sea, revisémoslo un poco: Angus MacGyver, Remington Steele, Jason Bourne, Austin Powers, John Steed, Jack Bauer, Maxwell Smart, Jorge Luis Pérez... De este grupo, ¿cuáles van para agente secreto y cuál va para chofer?

Foto de Kit

lunes, 4 de octubre de 2010

El otro día

El otro día me di cuenta de que hablarle a la china de la tienda de al frente es muy parecido al auto-corrector que venía con el Word del 97. Quiere adivinar todas las palabras que dices pero, en realidad, no le atina a una: El otro día fue a pedirle baterías triple A y trajo una barra de pan. Y me insistió que eso era lo que yo quería. Tanto así que me dio hambre, por lo que me comí las baterías. Ahora ando eléctrico.

El otro día caí en cuenta de que la palabra eficaz es más eficaz que la palabra eficiente. Como dijeron Shannon y/o Weaver, es más eficaz. A usos prácticos, claro, porque la primera en verdad es sobre disponer y la otra sobre lograr. Yo tampoco entiendo qué significa aquello, estoy citando de la RAE a este punto.

El otro día, se me dañó la Xbox. Los anillos de la muerte, como es el nombre técnico. La empaqué para enviarla a través de UPS al servicio técnico. La etiqueta que imprimí decía DEU, por lo que asumí que iba a Alemania. Haciéndole el seguimiento, veo que, en realidad, está en Cataluña. Supongo que UPS le envía cosas a Dios y que Dios, ve tú a saber por qué, vive en Barcelona. En el Camp Nou no es, ¿o no viste el partido contra el Mallorca?


Foto de Javier Eduardo Piragauta Mora