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martes, 15 de diciembre de 2009

Suspendido por vender patatas fritas en la escuela

Por vender patatas fritas, Joel Bradley, un liverpuliano de 12 años de edad, ha sido suspendido de su escuela, el colegio católico Cardenal Heenan. "Estamos comprometidos con la salud de nuestro estudiantado y rara vez los padres se han quejado cuando confiscamos patatas, chocolates, bebidas isotónicas, o Coca-Colas*", dijo el rector Dave Forshaw. Además agregó que el problema es que desde las 8h00 hasta que se duermen los niños quieren comer, lo que impulsa el contrabando de patatas fritas.

No sé yo, pero no me sorprendería que el Joel Bradley ese termine siendo millonario. El muchacho obviamente sabe cómo explotar un hueco en el mercado. Lástima que está en la escuela católica del Cardenal Heenan y no en la de escuela de emprendedores judíos de Larry Page y Sergey Brin. Y ya que estamos en el tema judeo-cristiano, quiero comentar que si bien Jesús no resultó ser el salvador de los judíos habría que darle una kipá honoris causa porque eso de repartir cinco panes y dos peces entre cinco mil personas y luego sacar doce canastos con los trozos sobrantes es, incuestionablemente, una habilidad judía.

Pero volviendo al tema, ¿qué tal esa reveladora profundidad con la que el rector Forshaw conoce a los niños? Claro que desde que se levantan hasta que duermen tienen hambre-- espero que no sea por esta contundente sabiduría sobre la conducta infantil que lo contrataron. ¿Y qué tiene de malo eso de vender patatas fritas en la escuela? Un poco de problemas coronarios y un poco de diabetes 2 no han matado nunca a nadie, ¿verdad? Yo de pelado me comía una bolsa de patatas todos los días y ahora estoy en perfecta salud-- sólo peso casi 50 kilos más de lo que debo.

*Otras marcas disponibles
Noticia de la BBC
Foto de Andreas-photography

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, queria invitarte a que agregues tu blog a soyecuatoriano.com
es un directorio de webs y nos gustaría que estuvieras.
saludos

Diego

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