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domingo, 25 de noviembre de 2007

Desenredando la palabra ‘Apócrifo’

¿Cómo se llamaban los tres reyes magos? ¿En qué parte de la Biblia está esta información? Entonces, ¿cómo conocemos sus nombres? ¿De dónde sale idea de que la virgen fue perpetuamente inmaculada? ¿Por qué decoramos el “nacimiento” navideño con un burro i con un asno? ¿Cómo se llamó el soldado que con su lanza traspasó a Jesús para verificar la muerte del crucificado? ¿Cuáles fueron los nombres de los padres de María? ¿Cómo conocemos sobre Verónica, la mujer que le limpió a Jesús el rostro mientras él se dirigía al calvario? Todas estas respuestas no se encuentran en los libros que forman el canon de la Biblia- especulamos sobre estos personajes gracias a los libros apócrifos.

Para entender concretamente lo que es un libro apócrifo i que es un libro deuterocanónico hay que primero saber qué exactamente significa la palabra ‘apócrifo’- palabra que a través de los años adquirió varias connotaciones. Etimológicamente, la palabra “apócrifa ” viene del griego i significó, en su momento, ‘oculto’ ó ‘aquello que se ha sido escondido’. Luego, la palabra ‘apócrifa’ adquiere una connotación de ‘falso’ i ‘fantástico’; esto se debe a que en el siglo XVI, en la iglesia, surgieron controversias sobre el canon bíblico. Sin embargo, los textos apócrifos se conocen hoy así ni por falsos ni por fantásticos, sino porque San Jerónimo de Estridón , el traductor de la versión de la Biblia conocida como ‘La Vulgata ’ (la cual fue la Biblia ‘oficial’ de la iglesia Católica por quince siglos), acuñó el término al referirse así a los libros que no estaban incluidos en el canon de el Tanaj (la Biblia judía) pero que él tradujo para su versión de la Biblia.

La palabra ‘apócrifo’ fue, en su origen, usada para describir a libros que contenían elementos que se pensaron muy profundos ó muy sagrados para que los lea cualquiera, en el ámbito del esoterismo . Libros como “Un Sagrado y Secreto Libro de Moisés”, ó libros que supuestamente contenían los secretos del Zoroasterismo fueron llamados ‘Apócrifos’ por su carácter de lidiar con lo ‘oculto’. El cuarto libro de Esdra, por ejemplo, es- según su autor- de más valor que otros libros porque, según su autor, contiene trascendentes revelaciones sobre el futuro. El libro de Esdra contiene 7 profecías: las cuatro primeras son sobre el pueblo de Israel i las tres últimas sobre Jesús. Por estos contenidos, 4 Esdras (recientemente catalogado como 2 Esdras) fue en su momento un libro ‘apócrifo’.

La palabra ‘apócrifo’ empieza a tener un significado peyorativo gracias a Origen, un teólogo que vivió en el primero siglo que al intentar describir de una forma intelectual a la cristiandad usó estas palabras en su comentario a “El Canto de Salomón” - el cual, no sobra agregar, es un libro muy entretenido. El comentario de Origen decía: "Sobre estas escrituras, las cuales son llamadas apócrfias por la razón de que muchas cosas [en ellas] han sido encontradas en corruptas i en contra de la verdadera fé dada por los ancianos, i les ha complacido de que no se les dé lugar ó que se les admita autoridad”

Después de un siglo Aurelius Augustinus (san Agustín) definió la palabra “apócrifa” como aquellos libros cuya autoría era incierta. Así, palabras para describir a los apócrifos, tales como ‘escrituras’, ‘escrituras divinas’ o ‘inspiradas’ se fueron haciendo comunes- i comunes por que aparecían en algunas versiones de la Septungiata como anexos. Así, varias opiniones un poco más benévolas sobre los apócrifos predominaron hasta la Reforma Protestante de Martín Lutero, en el siglo XVI, cuando se hizo tema central lo que formaba parte del canon de los católicos i lo que formaba parte de los protestantes.

La iglesia católica, en el Concilio de Trento, reafirmó el canon bíblico que había propuesto San Agustín. Así, los libros de la Vulgata- ménos los dos primero libros de Esdras i la Oración de Manasé- un texto muy corto que fue incluido en la Vulgata por Clemente VIII “para que no se pierda por completo”- formaron parte del nuevo canon Biblia.

Los protestantes, en cambio, mantuvieron como postura que solamente los libros de la colección Hebrea deberían de ser canónicos. John Wycliffe, un reformista en el siglo XIV, declaró que “cualquier libro que no esté entre estos (los 25 originales del tanaj) será un libro apócrifo." La Biblia de los protestantes, aunque incluía los apócrifos, advertía sobre que estos libros no eran inspirados.

Textos como los de Tobías, Judít, los dos primeros libros de Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc i fragmentos griegos de los libros de Daniel i Judít fueron en su momento considerados como ‘apócrifos’, hasta que en 1546 fueron incluidos al canon bíblico cristiano por el Concilio de Trento - i así pasaron a ser deuterocanónicos. Los judíos creen que estos libros no fueron hechos bajo lo que se conoce como ‘inspiración divina’ i por lo tanto están fuera de el canon judío (el canon de Palestina). A su vez, ha habido libros que formaron parte de el canon original de la Biblia que ahora ya no se los toma como parte de el canon, como el libro de Enoc.

Para complicar más el asunto, varias iglesias (i facciones de la iglesia) tienen diferentes listas de libros que forman su canon; así, un libro como el libro de los Jubileos es tomado como canónico por la iglesia ortodoxa etiope pero no en la Católica. La iglesia Católica presenta como libros apócrifos a los libros tercero i cuarto de Macabeos, al tercero i cuarto de Esdras y la Oración de Manases.

Hay varias razones por las que un libro puede pasar a ser canónico ó apócrifo. Generalmente, los libros caen al nivel de apócrifos por dudas filológicas ó falta de aceptación general por la iglesia. Algunos libros apócrifos, sin embargo, sí han sido parte de la Biblia, pero como apéndices-- como es el caso de la Biblia de Reina-Valera (la primera Biblia que se hizo en español): con esta Biblia circulaban textos apócrifos anexados como apéndices, pero dejaron de circular por el alza de precio i tiempo de producción que ocasionaban. Libros que originan contradicciones con la Biblia también pasaron a ser apócrifos, como el libro de los Jubileos, que describe otras fechas para el calendario judío de las que ahora son oficiales; Jubileos, por ejemplo, dice que la última cena se celebró en un martes, mientras que la tradición apunta a un jueves .

El nuevo testamento también tiene sus apócrifos- estos quizás más “famosos” que los del antiguo testamento porque los medios de comunicación le dieron mucha atención al Evangelio de Judas este año. Los libros apócrifos del nuevo testamento fueron escritos por agnósticos, grupo que después fue rechazado por la iglesia . Entonces, es normal que la iglesia Católica dude hoy de la veracidad de estos textos.

Los apócrifos del Nuevo Testamento tienen también problemas de aceptación en otras iglesias. Los protestantes de Lutero, por ejemplo, excluyen de su Biblia a la epístola de Santiago, de la cual dudan su autoría. Claro, la autoría de la Santiago está también dudada porque Santiago dice “la fe sin obras (es una fe) muerta” (2-26), lo que contradice a Lutero. De hecho, Lutero i su Biblia relegan la Epístola a los Hebreos, la Epístola de Judas i el Apocalipsis a un apéndice. Entre los libros polémicos del nuevo testamento está también el Evangelio de Tomás, del cual sólo hay un texto completo, el que fue encontrado hace ya setenta años.

Son, pues, los apócrifos del nuevo testamento que nos enseñan sobre Joaquín i Ana, los padres de la virgen, Melchor, Gaspar i Baltasar, los tres reyes-magos, el asno i el buey, las historias del buen ladrón i el mal ladrón (Dimas i Gestas), Longinios, el centurión del que sale famoso mito de la lanza que traerá al anticristo (¿Si vieron "Constantine"?) , i la primera sugerencia explicita de la perpetua condición de inmaculada de la virgen, la cual está en el protoevangelio de Santiago. Estos libros son tan importantes, por lo menos para el estudio objetivo de la época, como cualquier fragmento canónico de la Biblia.

6 comentarios:

Vic dijo...

Je vois que tu es lançé sur la théologie, en ce moment. Intéressant. Je crois que tu pourrais parler d'une question toute aussi intéressante à ce sujet, bien que cela tombe dans le profane d'une certaine manière, à savoir : "pourquoi les répresentations iconographiques de Jésus sont caractérisées par sa peau blanche, et non noire ou jaune (pour parler communément), alors qu'il existe de par le monde multiples représentations de Vierges noires, ou appellées généralement Vierges d'ébène ?"

(Ca ne reste qu'une proposition.)

Anónimo dijo...

¿Me puedes decir específicamente en qué libro apócrifo están los nombres de los Reyes Magos? De lo que he leído, los Reyes han pasado de ser cien a tres únicamente por convencionalismos de cada época.

Jorge Luis Pérez Armijos dijo...

Se cree que son 3 por los regalos, que son tres en el evangelio de Mateo. De ahí, los nombres cambian según el continente i la tradición; los nuestros vienen de un libro de Alejandría, a eso de 7-8 d.C., pero eso es muy viejo para ser considerado como Apócrifo clásico, según la clasificación de Roma, pero es apócrifo en el sentido de que no es parte del canon.

Anónimo dijo...

Es necesario que publiquen los textos del tercer y cuarto libros de Esdras porque no se encuentran en Internet

Anónimo dijo...

en que biblia puedo encontrar el cuarto libro de Esdras en español.

Anónimo dijo...

Que pulento guacho...

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